La privilegiada ubicación geográfica del municipio de Zamora y la buena conservación de su medio natural, lo convierten en un punto muy atractivo para los amantes de la observación, estudio o fotografía de la fauna y la flora.
En la ciudad y sus inmediaciones confluyen una gran diversidad de medios, incluyendo bosques de ribera, mosaicos agropecuarios, cañones fluviales, extensas áreas de matorral y monte mediterráneos y ‘estepas’ cerealistas.
La propia ciudad de Zamora dispone en su mismo núcleo urbano de excelentes espacios naturales, como el bosque de Valorio y las riberas del río Duero, donde encontrar gran número de aves, reptiles o mariposas, sin tener que desplazarse, por lo que constituye un lugar ideal para la práctica del urban birding o pajareo urbano, una modalidad que cada vez tiene más seguidores en todo el planeta.
Ambas rutas se distribuyen a lo largo de los principales espacios naturales de la ciudad: las riberas de los ríos Duero y Valderaduey y el Bosque de Valorio. Aunque las aves y los insectos constituyen el eje de estas rutas, se han dedicado algunos paneles, de forma complementaria, a la flora de estos espacios naturales (dentro de la Ruta de Insectos) y también a otros integrantes particularmente valiosos y singulares de fauna vertebrada local como es el caso de los galápagos (dentro de la Ruta Ornitológica).
La observación y la fotografía de las aves silvestres y de otras especies de nuestra fauna, como mamíferos, anfibios, reptiles, mariposas y libélulas, se han convertido en actividades que implican y apasionan a un número muy considerable y creciente de personas.
Cada año miles de aficionados planean sus viajes y vacaciones en función de este interés o tratan de acomodarlos para hacerle un hueco en ellos. Por otro lado, estas actividades tienen un enorme valor en el campo de la educación ambiental y también en el estudio y conservación del medio ambiente, mediante la conocida como 'ciencia ciudadana'.